sábado, 23 de julio de 2016

NO ME DEJES CAER EN LA TENTACION

La noche se cernía como un monstruo famélico sobre el convento sumido en el mutismo del descanso.
Sin embargo, no todos dormían en santa serenidad. Un monje se revolvía en su catre, una sucia pesadilla lo abrumaba y desesperaba.
Su juventud e inexperiencia, no lo ayudaban; más bien lo sumían en un abismo de insondable locura.
Una bella mujer, un detestable súcubo, lo seducía, lo excitaba. El luchaba por desprenderse de los níveos brazos, que como tenazas candentes lo apretaban contra su cuerpo voluptuoso. El combate era desigual...el deseo predominaba.
La tentación de poseer a la mujer era insoportable, pero debía resistir, quería resistir... y justo en el momento que cedía, una voz cascada y apremiante lo arrancó de su sueño erótico.
_ Hermano Evaristo, ¡despierta!_ con urgencia sacudió el cuerpo esquelético del monje.
Evaristo despertó desorientado, los ojos extraviados, aún sintiendo sobre su piel sudorosa las manos calientes de la mujer. Cuando pudo enfocar la imagen del viejo encorvado que tenía frente a sus narices, pegó un respingo.
_ ¡Muchacho, no te asustes que no soy Lucifer sino el hermano Cirilo!_ y se preocupó al notar el estado deplorable del joven _ ¿No estarás enfermo? _ continuó.
_ No, sólo ha sido un mal sueño,sin duda consecuencia del ayuno cuaresmal._ inventó una disculpa._ Pero, ¿a que se debe tu visita a mitad de la noche?
_ Un ruido extraño me ha despertado...proviene de la biblioteca, creo.
_ ¿Quieres que te acompañe a comprobar de que se trata? _ contestó malhumorado por tener que recorrer a esas altas horas los fríos pasillos.
_ Por favor, hazlo _ le suplicó evitando confesar el pavor que sentía.
Evaristo echó sobre su hábito una manta de lana raída, se calzó y con mucho sigilo se encaminaron hacia la biblioteca.
Con el candil en una mano y en la otra, una gruesa llave, el hermano Cirilo inició la marcha hacia la biblioteca. Evaristo lo seguía en silencio, aunque un centenar de maldiciones bullían en su interior.
Sin embargo, él también, a medida que acercaban al lugar señalado, comenzó a sentir un misterioso sonido semejante al rasgueo de papeles? _ el hermano Cirilo se detuvo a unos pasos de una maciza puerta de roble. Evaristo lo imitó, el cuerpo le temblaba...¿de miedo o frío?
_ Antes de entrar quiero contarte una leyenda.
_ ¿Justo ahora? _ se impacientó
_ Un siglo atrás comenzó a rodar en nuestra congregación una oscura leyenda _ continuó sin hacer caso al enojo del otro _ Se dice que unos días antes de la celebración de Pascua, el demonio irrumpirá en la biblioteca de algún convento franciscano, en busca de la Santa Sábana que cubrió el cuerpo de Nuestro Señor en el sepulcro. Su misión es incinerarla.  Si  ésto acontece esta noche debemos impedirlo. ¿Estás dispuesto?
Evaristo hizo un gesto afirmativo con la cabeza, sentía la lengua paralizada.
_ Entremos, pues, y que el Espíritu Santo nos preceda y fortalezca.
La escena que los recibió les heló la sangre. Una hermosa y provocativa mujer destruía con desenfado y sin miramientos, valiosos pergaminos custodiados con ahínco por años por la Orden Franciscana. Irradiaba ira y violencia.
Al verlos, una sonrisa diabólica iluminó sus delicadas facciones.
"Es ella", se sorprendió Evaristo, "la mujer de mis sueños". Ella lo miró con lujuria . Lentamente se acercó a él y con la lengua le acarició la boca. Evaristo se derritió bajo su embrujo.
_ ¡Hermano! ¡Aléjate de ella! Es Belsebú.Trata de confundirnos.
En ese momento el demonio se apartó con brusquedad del joven para centrar su interés en el anciano.
_ Quarens me, ut sit ordo in manu Sindole. Cum domino meo, et aperuerit tibi portas Inferi et regnabunt super Terran universi homines. ( Busco la Síndole. Dámela, es una orden. Con ella mi Señor abrirá las puertas del Infierno y así reinaremos sobre la tierra y sobre todos los mortales.)
El hermano Cirilo, intempestivamente, le enseñó un libro que tenía oculto bajo su hábito, un Grimorio. Ese libro prohibido, en el que abundaban hechizos y sortilegios, especificaba una serie de cláusulas y triquiñuelas para burlar al demonio. Lo abrió con decisión y leyó en voz alta:
_ Por el poder del Guerrero, San Miguel Arcángel, te ordeno retornar al fuego eterno y permanecer allí por los siglos de los siglos so pena de enfrentarte a la ira Divina que tiene el poder de congelar con una sola Palabra la flama que te alimenta.
_ Infelix anima per pactum propono Síndole et non vide bitis me. ( Te propongo un trato, el alma de este infeliz por la Síndole y nunca volverás a verme.)
_ No pactamos con el Diablo _ gritó iracundo Cirilo.
Para sorpresa de ambos litigantes Evaristo intervino con firmeza.
_ Te concedo mi alma si con eso pones freno a tu maligno propósito. Mi pobre alma, débil y mezquina por la salvación de los justos.
El Demonio al descubrir la bondad y la pureza que albergaba el alma de Evaristo, lo empujó con asco.
_ Et displicebitis vobis hostiam generosi et sinceri. Vade a me et non bonum. Fateor quidem semper nititur ne pecceter, paulisper et non relinquat tibi pacem. (Me desagrada tu sacrificio generoso y sincero. Vete, no me sirves, aunque debo reconocer que siempre has luchado con denuedo para no caer en la tentación Por un tiempo te dejaré en paz).
El súcubo, envuelto en una lengua de fuego desapareció ante los monjes, pero una promesa quedó latente..
"Volveré por ti Evaristo y comprobaré si tu fe continúa siendo firme y resistente como la roca Te deseo y no cejaré en mis intentos por poseerte."....



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