miércoles, 2 de mayo de 2018

PERSECUCIÓN

Camino sin rumbo y sin prisa.
Nada me detiene, nada me ata.
Busco un sueño perdido hace ya mucho tiempo.
tantos, que mis canas son testigo de ello.

¿Dónde buscar?
¿Detrás de la luna?, doncella frígida. Nada.
¿Detrás del sol?, caballero fogoso. Nada.

Busco sin tregua, con paciencia y anhelo.
Busco el sueño que de color a mi vida gris,
que me arranque de la rutina y el sinsabor, pero...

¿Dónde buscar?
¿Al final del Arco Iris?, portador de tesoros mágicos. Nada.
¿En la cumbre del Himalaya?, morada de la nieve, diosa del Universo. Nada.
¿En la profundidad de los océanos?, refugio de hipocampos y sirenas. Nada.
¿En el inconmensurable firmamento?, receptáculo de estrellas y astros. Nada.

Busqué y busqué a mi sueño escurridizo
y al fin lo encontré.
Lo hallé escondido y silencioso dentro de mi corazón.

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